Cómo cambié de idea

Rectificar es de sabios dicen, pues bien, yo en este mismo blog, hace algún tiempecillo hablé de mis series favoritas; una lista que comenzaba con Friends y terminaba con Cómo conocí a vuestra madre, a la que compare con la primera y dejé mal parada en la comparación.
Por aquella época apenas había visto la primera temporada entera de “Cómo conocí” mientras que durante varios años me había empapado la serie Friends varias veces, no sólo por televisión sino también por DVD (tengo todas las temporadas) y me parecía que los comportamientos neuróticos de los Ross, Joey, Chandler, Monica, Phoebe y Rachel tenían mucho más tirón que la nueva serie de la que todo el mundo hablaba.
Ahora, una vez vistas todas las temporadas de “Cómo conocí” mi opinión ha cambiado. La forma de contar cada capítulo, tan diferentes unos de otros, y la forma de llevar al extremo la personalidad de cada uno de los personajes hasta en las situaciones más difíciles (Ted siempre será el chico que busca a la mujer de su vida, Marshall y Lily siempre serán esa pareja perfecta y empalagosa, Robin una canadiense con una personalidad un tanto masculina y Barnie Stinson siempre será…. único) han acabado con la idea de que no existe nada mejor que Friends.
Por supuesto no me gusta dejar a Friends en un segundo lugar, tengo claro que es la gran serie de los 90, y que no se pueden comparar una con otra, solo se puede decir de estas series que son las mejores de su tiempo, no hay ni mejor ni peor. Es cuestión de gusto.