lunes, 29 de marzo de 2010

Futbol, futbol y futbol


El primer partido de futbol que recuerdo fue la final de la Champions League, antigua Copa de Europa, de 1998 que enfrentaba al Real Madrid y a la Juventus de Turín. Recuerdo que estaba en mi casa y mi padre me llamó para que la viera. Es cierto que antes había visto por las noticias resúmenes de partidos de aquel Madrid, sobre todo me acuerdo de las semifinales contra el Borussia Dormuntd , en las que el nuevo fichaje del Real Madrid, un interior francés de raza negra llamado Karembeau, marcaba un gol que clasificaba al equipo español para la final. Yo estaba nervioso, y me conocía de cabo a rabo la alineación de aquel equipo, del que absolutamente todos, se convirtieron en los ídolos de mi infancia. El portero gigantón alemán Illgner, el lateral derecho italiano Panucci, el rápido y bajito brasileño calvo que corría la banda hacia arriba y hacia abajo durante todo el partido llamado Roberto Carlos, los grandes centrales españoles de la época y para muchos de los mejores de todos los tiempos Hierro y Sanchís, por aquella época Gran Capitán, el argentino guaperas que forraba las carpetas de las niñas en esos tiempos que se llamaba Redondo, un jovencísimo Raúl y otro jovencísimo Seedorf, Karembeau, un español llamado Morientes y el yugoslavo Mijatovic, autor del gol en aquella final. Lo dicho, mi equipo de ensueños. Jamás olvidare estos once nombres porque gracias a ellos amo el futbol como lo amo. Ganó el Madrid por un agónico 1-0 a un equipo lleno de estrellas que era favorito y que en sus filas contaba por aquel entonces con un tal Zidane, que creo que les sonará de algo. Yo tenía 6 años, nunca había ganado nada ni celebrado nada, además, el Madrid llevaba treinta y dos años sin ganar ese título gracias al cual dio a conocer su nombre por todo el mundo, así que imaginen mi alegría, e incluso la de mi madre. No paraba de saltar y gritar por el salón de mi casa, era el niño más feliz del mundo. Recuerdo que pase de las las lágrimas a las risas, porque al poco de marcar Mijatovic, por las celebraciones del gol, algún cabrón cortó la luz en toda la calle y no volvió hasta poco minutos antes de terminar el encuentro. Pues eso, que yo lloraba, por mi miedo a la oscuridad y porque no sabía nada sobre cómo iba al partido, y en un segundo, todo era alegría. Ese mismo año hubo mundial. Francia 98´. Mi padre ilusionado por cómo me aficioné de repente al mundo del futbol, me compró una revista de Don Balón que en aquella edición era especial ya que traía la guía del mundial con todos los nombres de cada jugador de cada selección. Me los aprendí todos y no solo los nombres, sino todos los datos que venían en dicha guía. Mi padre se dio cuenta que había creado un pequeño monstruo futbolero. Estuve durante los siguientes años sin saber hablar de otra cosa que no fuera futbol. Mi padre llegó a aburrirse de mí y se quedaba sorprendido de todo lo que me obsesionaba aquello. Curiosamente a las semifinales de ese mundial llegaron cuatro selecciones; Holanda, Croacia, Brasil y Francia. En todas ellas había un jugador participe de aquel Madrid que ganó meses antes el título continental. Yo alucinaba con el futbol entonces, y lo sigo haciendo ahora….. ¡viva el fútbol!

martes, 16 de marzo de 2010

BIG ISMAEL



Hace años que mi madre me ponía un álbum llamado Atrapados en azul que recopilaba doce canciones de un cantautor, por aquella época joven, llamado Ismael Serrano. El cd contenía grandes canciones de este cantautor al que muchos en los años noventa le señalaron como el nuevo gran cantante protesta, un género perdido años atrás de los que quedaban solo viejas glorias de la canción española.
Ese disco contenía de todo, canciones de amor de hombres que todavía sueñan con un amor imposible, pasando por historias de parejas con finales preciosos, y por supuesto también, canciones protestas sobre la promiscuidad, la política o la historia de nuestro país. De este primer álbum salió su canción más famosa hasta la fecha llamada Papa cuéntame otra vez.
En sus siguientes álbumes más canciones que cuentan historias de amores imposibles, el fuerte del artista, hacen que sea capaz de emocionar a personas de todas las edades. Según mi propia experiencia, no conozco a nadie que haya escuchado alguna de sus canciones de amor y no le haya gustado ninguna. En esta lista de canciones destacan “Vine del Norte”, la historia de un artista que en Santiago de Chile encuentra el amor de su vida y se despide de el al volver a Madrid, “Triste y dulce tierna historia de amor”, que nos habla de un político enamorado de una menor, “La huida”, que nos habla de dos adolescentes que se escapan de sus casas para vivir una aventura por las carreteras de España, “La extraña pareja”, una historia sobre la diferencia de edad, o “Recuerdo”, un hombre que en el metro se rencuentra con la única persona que ha amado.
En su repertorio también incluye canciones que me han ayudado en ocasiones a mejorar mi estado de ánimo como “Últimamente” la intro de su disco “La memoria de los peces”.
Todas ellas están llenas de un lenguaje culto que nos refleja el uso de la palabra que tiene Ismael.
Recomiendo a todo el que lea este blog a seguir de cerca a este pedazo de artista que consigue a través de sus canciones transmitir las emociones de las que habla en sus letras a la perfección como si de la vida real se tratase.
Para terminar, aparte de las canciones ya mencionadas, os dejo un listado de canciones muy bonitas de Ismael Serrano:
- Un muerto encierras
- Amo tanto la vida
- Casandra
- Caperucita
- Instrucciones para salvar el odio eternamente
- No estarás sola
- Una historia de Alvite
- Pequeña criatura (con la que me siento mas identificado por el momento de mi vida en que me encuentro y lo que espero de ella)

domingo, 7 de marzo de 2010


SERIES
Aquí os dejo un listado de grandes series que he encontrado en un viejo cajón de este trastero y que merecen la pena ser vistas:

1. Friends: para mí, la mejor serie de comedias de situación (SITCOM) de la historia. Un grupo de seis amigos, tres pisos, un café y muchas situaciones verdaderamente geniales.

2. The wire: el New York Times dijo de ella que era “el más sincero, realista, e inflexible thriller policíaco jamás realizado”. En la ciudad de Baltimore un equipo de la policía compuesto por lo peor de cada departamento intenta hacerle frente a la mayor red de tráfico de drogas de la ciudad. La serie favorita de Obama.

3. Lost: aunque un ritmo tan lento a veces puede desesperar, merece la pena, una vez entrado en la dinámica de la serie no te puedes desenganchar.

4. Prison break: nunca hubo una serie que desde su primer episodio me dejara tan enganchado. Una idea original genial. Dos hermanos que intentan fugarse de una cárcel de máxima seguridad ya que uno tiene los planos de esta tatuados en su cuerpo. Solo merece la pena la primera temporada y la primera parte de la segunda, el resto es de lo peor que he visto en tiempo.

5. Como conocí a vuestra madre: lo más parecido a Friends que ha habido, pero no le llega a la suela del zapato.

Me dejo bastantes, pero es que la lista podría ser larguísima sino la corto en cinco. También os quiero recomendar una serie on-line que es de lo más genial que he visto en mi vida: Malviviendo.

lunes, 1 de marzo de 2010


Proteger: Amparar, favorecer, defender, resguardar a una persona, animal o cosa de un perjuicio o peligro.
Esta es la definición de la RAE del verbo proteger, un verbo que ha quedado marcado en mí para toda la vida.
Este verano realice un viaje a varios países del extranjero en tren con cinco de mis amigos (lo que se conoce como el interrail) y allí vi algo que me dejo marcado. Vimos que era bastante común que en las iglesias había cerca de las puertas unos libros de confesiones y peticiones donde los peregrinos que por allí pasaban podían escribir rogando o agradeciendo a Dios lo que ellos desearan.
Como era evidente, nosotros no fuimos menos, y uno por uno, escribimos algo en un libro de una iglesia de Budapest. Yo fui el último, pero como no estaba muy seguro de que escribir eché una ojeada a algunos ruegos de páginas anteriores. Los había en muchísimos idiomas, italiano alemán inglés, francés… y por supuesto español. Entonces me fije en uno que ponía “Protege a mi familia, a mis amigos, a todas las personas que quiero en este mundo y a las que no, solo protégenos”. Me encantó, era perfecta, creo que no se podía hacer mejor petición. No concretaba el contra que nos teníamos que proteger, simplemente nos teníamos que proteger de todo lo malo que a alguien le pueda pasar, por mísero que sea.
Me puse a pensar durante el viaje y me di cuenta de que la palabra proteger no tiene ningún aspecto malo, todo lo que se puede sacar de ella es bueno. Me fije en muchos aspectos de mi vida en los que pudiera haber estado implicado este verbo, y llegué a momentos en el que mi tata, cuando yo tenía cinco años, me libró de una paliza de unos abusones enfrentándose ella contra ellos. Recordé como mi amigo Chema impidió que me tirara de cabeza por una rampa de más de 30 metros (era mi época de gilipollas) que terminó con un golpe muy duro tirándome normal, (si no llega ser porque me lo impidió no lo cuento). También recuerdo como mi abuelo abrazaba a mi abuela días antes de que muriera y la abrazaba fuertemente como no queriendo separarse de ella, porque no quería perderla (yo esto también lo veo una forma de protección).
Después de analizar todos esos momentos, pensé que yo también quería proteger a todos mis seres queridos en todos momento, al igual que ellos lo harían por mí.
Desde hace años quería tener un tatuaje, algo que estuviera marcado en mi piel para toda la vida, algo importante. ¿Qué mejor que recordarme a mi mismo día a día que debo estar pendiente y cuidar todo lo que me rodea?