miércoles, 24 de febrero de 2010

La dulce Carola parte 3 (final)

Mi amigo, el del DF recordando las palabras del viejo coyote se montó en el coche y cogió la carretera que iba hacia Acapulco, tomo la desviación que está a pocos kilómetros del cruce de la leyenda de la chica muerta, y llegó al pueblecito donde el viejo coyote le dijo que lo encontraría…. Pero al llegar allí, solo había un pueblo fantasma, en ruinas….
Así que mi amigo subió al coche, perdida ya toda esperanza y siguió su camino. Salió de la desviación y continuó carretera adelante. A lo lejos vio una chica haciendo autostop.. “¿a donde vas?”dijo mi amigo, “Al DF” “Pues sube”. Y al poco de subirse ella dijo “Tenga mucho cuidado en la siguiente curva…” apenas pudo acabar la frase cuando sonó el reventón de una de las ruedas. Mi amigo se bajo del coche, le pidió disculpas y se disponía a cambiar la rueda. Ella estaba asombrada, la curva todavía quedaba lejos. Empezaron a hablar… una conversación trivial, pequeñas cosas que poco a poco fueron creciendo hasta convertirse en grandes cosas, el tiempo pasaba y joder, jamás nadie había tardado tanto en cambiar una rueda. Mi amigo le contó la historia de la dulce Carola, del coyote, el le decía; “¿te lo crees?” y ella respondía “Si yo te contara…yo se lo que es desaparecer justo en el momento preciso, se lo que es repetir la historia una y otra vez… te entiendo”
Aquella mujer era hermosa, puede que no tanto como la dulce Carola, pero hermosa. Acabaron de cambiar la rueda y subieron al coche, y mientras subía el pensó en decirle” quédate conmigo, vayamos juntos a cualquier sitio, empecemos de nuevo, ¡yo que sé!” y quizá ella pensaba lo mismo, pero ella solo dijo “ Ten cuidado con esa curva…” y mi amigo tomó la curva con mucho cuidado, muy despacio y con los ojos en la carretera , tras pasar la curva, mi amigo no se atrevía a mirar a la derecha porque quizá, ella también se había marchado como la dulce Carola y volvía a estar solo. Y sintiéndose solo, llegando ya a la autopista principal que conducía al DF escuchó una voz al lado que le decía “¿Alguna vez has estado en Acapulco?”. Allí estaba ella, y ahora era seguro, era más hermosa que la dulce Carola. Mi amigo le dijo que nunca y ella le dijo “Pues llévame”. Y se fueron.
Y así siguen, en la carretera. Mi amigo no volvió a ver a Carola. Porque lo importante no era Acapulco, lo importante era el viaje, y saber que hay que tener memoria para no repetir los errores, y saber que la historia no se puede repetir.
Sobre los fantasmas, no se si creer… hay gente que piensa que hay vida después de la muerte, otras piensan que no existe ni antes… el caso es que, ahora todas los días ellos pasan por esa carretera juntos después de medianoche. No se si existe un coyote que te devuelva tu pasado, no creo, pero yo personalmente no dejaré que pases por debajo de mi ventana sin pedirte que te quedes conmigo.
¿Crees en los amores a primera vista? ¿Acaso existen otros?

2 comentarios:

  1. ¿Acaso existen otros? :) :)

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  2. jajajaja vaya tela, buen relato, aunque al final... la Carola no era más que un símbolo, no? representaba esos sueños que no realizamos por miedo a una negativa respuesta, miedo al ridículo, o miedo a que no se cumplan, en general. Y esperamos, esperamos y esperamos... y cuando nos queremos dar cuenta, éstos ya se han marchado...

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